miércoles, 29 de abril de 2009

FUNCIONES DE LA METALINGUISTICA, USO DEL LENGUAJE.





LA FUNCION METALINGUISTICA.

De la función metalingüística habla por primera vez Roman Jakobson en 1956, en una "disertación" presentada en la Linguistic Society of America y publicada veinte años más tarde bajo el título "Metalanguage as a Linguistic Problem". Según su propia confesión, Jakobson calca el término metalenguaje del lógico polaco Alfred Tarski, primero, al parecer, que encerró entre comillas los signos (palabras, expresiones) cuando eran objeto de mención (y no de uso) A su vez, la distinción) uso: los signos son nombres de las entidades (extralingüísticas) que designan etiquetas lingüísticas de entidades también lingüísticas.
Cuando el metalenguaje aparece la función metalingüística constituye un fin en sí misma y el lenguaje es fuente de conocimiento acerca del propio lenguaje. Ésta es la Función Metalingüística Explícita
Aparece en espontáneas actividades ("cuando decimos otra palabra queriendo decir una diferente) o de reflexión sobre terminología ("A los niños se les llama guambitos. Nuestras actividades cotidianas nos proporcionan también numerosos ejemplos de esta Funcion Metalinguistica implícita, en todos los actos de habla podemos encontrar la presencia de la Funcion Metalinguistica porque, aun cuando la finalidad primaria del acto comunicativo en que se insertan no sea la de informar acerca del propio lenguaje, en algún momento del proceso comunicativo, el emisor o el receptor han tomado el código (o su funcionamiento) como "referente difícilmente llegaríamos al significado de una palabra sin pasar previamente por el significante de su raiz y desglosar metalingüísticamente en el neologismo.
La alteración en la forma gráfica de la palabra (apasiona > hapasiona) es a la vez consecuencia de la reflexión metalingüística que surge en el personaje y de la que utiliza el narrador con el fin de transmitir, sin intervenir con su propia voz, la actitud del personaje al lector, obligándole, a su vez, a la reflexión metalingüística también. De este modo, la creación del autor actúa simultáneamente en los tres planos comunicativos de la narración (el del personaje, el del narrador, el del lector.
Los juegos de palabras, generalmente intrascendentes, basados unas veces en la forma gráfica (anacíclicos, anagramas, palindromos) , otras, en el sonido o forma fónica requieren para ser usados una cierta "reflexión metalingüística", pues es obvio que no conducen directamente a un determinado significado; son, más bien, a significativos y suelen desviar la atención de los hablantes-oyentes hacia el carácter lúdico del acto de habla.
Un estudio más detallado podría, en fin, multiplicar los ejemplos de conducta metalingüística (implícita) reflexiva. Aunque aparentemente muy variados, hay un rasgo común que los caracteriza: en todos los casos, el fenómeno descrito (aprovechamiento de la homonimia, búsqueda sinonímica, fonosimbolismo) está causado por/provoca (o ambas cosas) la ruptura del automatismo verbal, insertando reflexión metalingüística en un proceso comunicativo cuya finalidad no es primariamente la de informar acerca del lenguaje. Frustrada la expectativa del receptor, su atención se ve momentáneamente desviada desde la posibilidad “lógica” de sentido atribuible a una determinada situación, al funcionamiento del sistema de la propia lengua implicada.
La conducta metalingüística irreflexiva es característica de la lengua oral (inmediatez, fugacidad, espontaneidad), aunque, naturalmente, también pueden aparecer fenómenos de irreflexión metalingüística en la lengua escrita. Y a la inversa; como hemos visto, también la reflexión aparece en la lengua oral; La función metalingüística es, además, importante en cualquiera de sus manifestaciones. Sin metalenguaje no podríamos aprender otras lenguas ni estudiar una lengua o un lenguaje en particular.
El metalenguaje cumple un papel esencial en el aprendizaje infantil de la lengua: los niños comparan sus nuevas adquisiciones con las antiguas y su forma de hablar con la de los adultos, discuten con viveza sobre formas, sonidos, significados, sinónimos y homónimos, construcciones
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2 comentarios:

  1. En la investigación aparecía Russell quien fue el primer filósofo en sugerir que el lenguaje tenía una importante significancia en cómo entendemos el mundo; sin embargo, más que nadie antes que él, Russell hizo del lenguaje, o más específicamente, cómo utilizamos el lenguaje, una parte central de la filosofía. Sin Russell, parece improbable que filósofos tales como Ludwig Wittgenstein, Gilbert Ryle, J. L. Austin y P. F. Strawson, entre otros, se hubieran embarcado por el mismo rumbo, por mucho que lo que ellos hicieron fue amplificar o responder, a veces de modo crítico, a lo que Russell había dicho antes que ellos, usando muchas de las técnicas que él desarrolló originalmente. Russell, en conjunto con Moore, compartía la idea que la claridad de expresión era una virtud, una noción que desde entonces ha sido un punto de referencia para los filósofos, particularmente entre los que tratan con la filosofía del lenguaje. Dentro del esquema filosófico esbozado, el metalenguaje sí ha sido suficientemente estudiado, y sus características bien analizadas.

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  2. Nuestras habilidades metalingüísticas son determinantes en actividades y problemas cotidianos como la interpretación de textos, saber que algo está escrito de "esta" manera y debe interpretarse de "tal" modo y no de tal otro, juzgar y crear el estilo literario, entender juegos de palabras, aprender una segunda lengua, crear o interpretar expresiones, quiero resaltar la importancia del metalenguaje en los niños, en su formación la cual va ligada del contexto de su desarrollo y del metalinguismo de sus compañeros, ellos adoptan palabras y a la vez añaden al proceso metalinguista.

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